El año que estuve indeciso

02.02.2023
Por Alan Esteche
Para poder escribir sobre esto quiero volver a finales de 2018 cuando recién llegaba a Mallorca y estuve varios años sin practicar un arte marcial o deporte, Vine en principio para seguir estudiando y así lo hice por unos meses en un FP de producción musical que no pude seguir debido a su alto coste. Como estaba sin papeles y no podía trabajar eso me tenía frustrado, lo único que pude hacer fue estudiar unos niveles de inglés por unos meses para ocupar mi tiempo en lo que homologaba mi título de bachiller para probar de ingresar en una carrera. Era en ese entonces que también a principios del 2019 me había inscrito en una de las más antiguas escuelas de Palma ya que aún guardaba esa hambre por volvera practicar un arte marcial y me inscribi a las clases de judo que tenían 3 veces por semana, era el chico que más empeño le ponía a cada entrenamiento y fue gracias a esto que adquirí mucha destreza para algunas técnicas de barrido y peleas en el suelo que se practicaba con diferentes compañeros en cada clase. Fueron varios meses con ese ritmo hasta que en un punto ya no quería seguir con esa arte marcial, en parte era por haber fracasado en el examen de ingreso y otra porque lo que realmente yo buscaba era algo como el Sipalki-Do un arte marcial coreano que me devolviera ese espíritu de querer practicar todos los dias aprendiendo distintas técnicas de defensa personal, pegar golpes y patadas, realizar Hyong, sentirme poderoso en cada entreno y revitalizado al acabar la sesión así era cuando practicaba Sipalki-Do a los 14 años. Veía a mis maestros como inspiracion para seguir aunque el camino para ser Cinturón Negro parecia estar muy lejos debido a que ni siquiera había sacado un amarillo,  aún estando entrenando 1 año y habiendo ido a Brasil a competir trayendo una medalla de 3er lugar, mis demas compareños al cabo de unos meses ya estaban en verde y me volvia a desanimar ya que al estar sin padres no sabia que era lo mejor que podia hacer.  Mi familia materna tampoco estaba muy interesada en que yo practique un deporte como estos asi que tampoco me pagaban el derecho a examen solo la mensualidad, mis maestros tenían una buena destreza para su edad pero quizás no fueron buenos guías para mi . 

Por problemas familiares me salí de casa en 2015  y fui a vivir por unos años con mi padre en los que estuve totalmente perdido y entregado los vicios sin control ni cuidado.

Totalmente descarrilado y diferente al chico que solía ser que todo el rato decía quiero ser "esto" o lo otro. Así hasta que habiendo visto el tipo de vida que llevaba una vez terminado el bachiller vi que ya no tenía nada que me atara a ese lugar e hice planes con mi madre para venir a España y ocurrió lo que ya mencione en los primeros párrafos.

Volviendo al tema... estando en la escuela de Judo en Palma seguía buscando otras escuelas y modalidades para ver cual era la mejor ya que estaba obsesionado con practicar un arte marcial que lo tenga todo y no se vea inservible frente a las demás, korat Muay Thai, un gimnasio en el que enseñaban kali filipino, Mac dojos de Taekwondo...
Mirando horarios de otras clases incluyendo la última mencionada, buscaba por más sitios y ninguno me había convencido, luego ya dejaba de ir a mis entrenos de Judo y cuando quería volver me enteré de que lo habían cerrado.

La historia se volvía a repetir estaba como el jinete sin cabeza sin saber a donde iba a tirar realmente.
 
Era el año 2020 andaba estudiando cursos subvencionados por alguna que otra entidad sin poder trabajar, todo paralizado por el Covid-19 y una ocasión caminando por  la plaza Pere Garau de Palma de Mallorca, vi un pequeño Dojang que decía enseñar distintas artes marciales aunque a mi solo me interesaba el Taekwondo en ese momento. Como estaba cerrado cuando fui decidí buscar en internet para ver que reseñas tenían y las pocas personas que comentaban entre ellas había uno que escribió algo como... " Las cosas que se aprenden allí no las he visto en otro sitio" eso hizo que apuntara  el número y escribiera preguntando por las clases de Taekwondo. Que yo recuerde tenía pendiente ir a probar una clase pero no lo hice ya que estaba con dudas y sin dinero, pero en mi cabeza estaban esas ganas de volver a entrenar y ya tenía fichada esta escuela, como sabía que no era un buen momento para mi ya que mentalmentte no estaba bien y me preocupaban otras cosas en ese entonces he volví a postergar la práctica de las artes marciales hasta que comencé a trabajar a mediados del 2021 y vi que para diciembre tenía un poco de dinero para volver a buscar una escuela pero decidí darle una oportunidad a la Escuela Wushu KwanDo yendo a 1 clase.

Al entrar he sentido una tranquilidad que no puedo explicar, me senté a contarle a mi ahora maestro José lo que he estado haciendo antes y lo que buscaba de una forma novicia ya que si bien había practicado otras artes marciales antes no tenía esa visión que ahora poseo, la primera clase me encanto aunque en mi cabeza yo estaba diciéndome bueno... Pagaré el primer mes y si no me gusta buscaré otra escuela pero al cabo de un rato ya había comprado el Dobok además de que veía el conocimiento que alberga ese sitio bastante fuera de lo común, entré con una idea preconcebida y ahora ya entiendo que me queda un largo camino que recorrer como artista marcial ya que no podía tenerlo todo en unos meses.

A día de hoy habiendo estado más 1 año estudiando Taekwondo Moo Do y Wushu Tradicional puedo decir con certeza que ésta es la escuela en la que quiero seguir y formándome, aprendiendo y trazando mi camino con el objetivo de ser mejor persona a través de la práctica, con más compromiso que antes y otra perspectiva, espero puedan ser muchos años más de descubrimiento, aprendizaje, práctica y que si en algún momento vuelvo a tener esos bajones ya no decaer tan fácil buscando siempre tiempo para hacer lo que me gusta que es entrenar y estudiar artes marciales.